Existen dos tipos de pescado: el azul y el blanco. Aunque los primeros son los que tienen mayor fama de saludables, los pescados blancos no se quedan atrás y hoy, con motivo del Especial Dietas Sanas, son nuestros protagonistas. Entre los más populares están el gallo, la merluza, el bacalao o la lubina, ¿queréis saber cómo pueden ayudarnos a cuidar nuestra salud?
Además de aportar numerosas proteínas de alta calidad y por el contrario, muy pocas grasas, ahora se sabe también que, según un estudio reciente, consumir regularmente pescado blanco (aunque esté congelado) ayuda a reducir la grasa abdominal y la hipertensión y, en consecuencia, disminuye el riesgo de infarto.
Otra de sus importantes virtudes es que, al igual que ocurre con el consumo de pescado azul, está relacionado con una menor concentración de glucosa en sangre, reduciendo como podéis imaginar el riesgo de diabetes a la vez que cuidan el corazón. Fuente: creadess.org
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