El coco es considerada como una fruta exótica, que habitualmente se disfruta durante los meses de verano, cuyo jugo ayuda a reducir la sed que podemos sentir en los días más calurosos. De hecho, es normal encontrar este preciado líquido envasado o enlatado en los supermercados, cuyo sabor ciertamente dulce y suave hace que sea consumido solo, o bien utilizado en la elaboración de diferentes postres.
Como su propio nombre indica, el coco rallado es la carne del coco previamente rallada, consistiendo en la pulpa que ha sido desecada. Como ya te hemos comentado en varias ocasiones, cuando se deshidrata o seca una fruta sus propiedades nutricionales varían de manera considerable.
En el caso concreto de la ralladura de coco, podemos encontrar:
- Fibra: 2 cucharadas de coco rallado aportan casi 5 gramos de fibra dietética, lo que se traduce en aproximadamente un 15% de la ingesta de fibra diaria recomendada. Esta fibra ayuda a regular la digestión, evitar el estreñimiento, reducir el colesterol alto, aumentar la saciedad y controlar los niveles de glucosa en sangre.
- Minerales: aporta sobretodo minerales tan importantes como el potasio, manganeso, selenio y hierro. En menores cantidades, también podemos encontrar cobre, magnesio y zinc.
- Vitaminas: aporta vitaminas del grupo B (como la B1, B2, B3, B6, B7 y B9 o ácido fólico), además de vitamina C, vitamina E y vitamina K.
- Grasa saturada: aunque el coco rallado es rico en grasa saturada, ésta no aporta los mismos efectos negativos que –por ejemplo- sí aporta la carne o los productos lácteos enteros. De hecho, es un tipo de grasa mucho más saludable que ayuda a reducir el colesterol y los triglicéridos altos. natursan.net