El Calbuco -que entre miércoles y jueves sorprendió con dos violentas erupciones, las primeras en 54 años- continuaba este domingo expulsando una columna de cenizas con dirección noreste y de menor tamaño que días anteriores.
Mientras a los pies del gigante, en la pequeña y turística población de Ensenada, sus 1,500 habitantes comienzan a ver la luz luego de que su pueblo quedara bajo cenizas, gracias a cuadrillas del Ejército que ayudan en la limpieza de la zona.
Las fuerzas Armadas resguardan la zona afectada, que incluye a las ciudades de Puerto Montt y Puerto Varas -ubicadas en la región de Los Lagos, unos 1,000 km al sur de Santiago- que se mantienen en alerta roja (máxima) y bajo alerta sanitaria.