Por: Frederich Ramos
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La corrupción política es un mal que arropa desde hace décadas la República Dominicana y muchos países en todo el mundo. Se refiere al mal uso de poder público con el fin de conseguir una ventaja ilegítima, que generalmente es de forma secreta y privada. Es lamentable que la población tenga que aguantar hasta el cuello tal mal que nos condena a vivir en una nación donde los políticos y empresarios llenos de ambición se enriquecen por vía de esta.
Los ciudadanos ya no
aguantamos más de lo mismo, tener que soportar tal acción llena de ira los pobladores provocando manifestaciones exigiendo solución y que caigan los responsables.
No es un secreto que los partidos protegen sus funcionarios ya que de una forma u otra les beneficia en campañas políticas, tales actos para descorchar el dinero del pueblo y obtener el poder, ya estamos cansados de lo mismo. Necesitamos acción y no importa quien caiga que se haga justicia o seguiremos condenados en el presente y futuro.
Luchemos para cambiar esta forma mediocre y a su antojo como nos gobiernan. La leyes deben cumplirse y que sean condenados los blindados.
Los ciudadanos ya no
aguantamos más de lo mismo, tener que soportar tal acción llena de ira los pobladores provocando manifestaciones exigiendo solución y que caigan los responsables.
No es un secreto que los partidos protegen sus funcionarios ya que de una forma u otra les beneficia en campañas políticas, tales actos para descorchar el dinero del pueblo y obtener el poder, ya estamos cansados de lo mismo. Necesitamos acción y no importa quien caiga que se haga justicia o seguiremos condenados en el presente y futuro.
Luchemos para cambiar esta forma mediocre y a su antojo como nos gobiernan. La leyes deben cumplirse y que sean condenados los blindados.