MADRID (AP) — Las autoridades españolas pusieron en cuarentena un hotel en la isla canaria de Tenerife, según confirmaron el martes las autoridades locales, después de que un médico italiano alojado allí diera positivo en el nuevo virus detectado en China.
El enfermo, que fue aislado en una clínica en Tenerife, procedía del norte de Italia, donde se han registrado la mayoría de los 283 casos en el país. El hotel H10 Adeje Palace quedó aislado y unos 1.000 huéspedes se vieron recluidos dentro, según medios españoles y la oficina de prensa de la localidad de Adeje. Es el tercer caso del virus detectado en España y el segundo en Canarias. Un turista alemán fue puesto en cuarentena este mes en la isla de La Gomera, al igual que un ciudadano británico en las
Islas Baleares, en el Mediterráneo. Ambos fueron dados de alta tras recuperarse y no mostrar más síntomas.
El gobierno español formó una comisión interministerial para monitorear la situación, que se reunió el martes. Más tarde estaba prevista otra reunión del Ministerio de Sanidad con los gobiernos regionales. Las Islas Canarias, un archipiélago situado unos 100 kilómetros (62 millas) al oeste de la costa africana, es un popular destino turístico que atrae muchos visitantes del norte de Europa durante todo el año. Muchos italianos están de vacaciones esta semana aprovechando un receso en el calendario escolar.
El virus también se extendió a través de turistas que viajaban dentro de Italia. La isla sureña de Sicilia informó de un positivo en una mujer de Bergamo, en la norteña Lombardía, y que estaba de vacaciones. Toscana, al sur del epicentro, también reportó dos casos.
La mujer en Sicilia y su esposo fueron aislados y las autoridades trataban de identificar a sus contactos en un intento de detener la expansión del virus en la isla, indicó el gobierno regional siciliano. Las autoridades de protección civil informaron el martes de un gran aumento de los casos en Italia, de 222 a 283.
Siete personas han muerto, todas personas ancianas que sufrían otras patologías. Italia ha cerrado escuelas, museos y teatros y cancelado el Carnaval de Venecia y las misas en las dos regiones con focos de infección, Lombardía y Véneto. Policía y soldados vigilaban el cumplimiento de la cuarentena en unas 10 poblaciones de Lombardía y en el centro del foco en Véneto, Vo’Euganeo.
El primer ministro, Giuseppe Conte, conmocionó a las autoridades de Lombardía al recriminar la labor en el hospital de Codogno, al sureste de Milán, a donde acudió con síntomas de fiebre, el 18 de febrero, el primer paciente identificado en Italia. El hombre fue enviado a casa solo para volver poco después con síntomas más graves.
Entonces se le hizo la prueba del virus. Muchos de los enfermos en Lombardía tienen conexión con el hospital de Codogno, incluidos varios médicos y enfermeras, pacientes y familiares que los visitaron. Conte dijo a la prensa que el foco de infecciones en Lombardía creció “porque la gestión del hospital no fue completamente adecuada según los protocolos recomendados en estos casos”. “Desde luego esto afectó a la expansión”, dijo. El responsable de sanidad en Lombardía, Giulio Gallera, expresó su consternación por esas declaraciones y defendió la gestión de la crisis en su región.
“Es ofensivo. Es inaceptable”, dijo Gallera, señalando que el hombre no había reportado los principales factores de riesgo sobre el virus -haber viajado a China o contacto con una persona infectada- la primera vez que fue a urgencias.
Finalmente se le hicieron pruebas después de que los médicos supieran por su esposa que se había reunido con alguien regresado poco antes de China. Pero las autoridades han descartado a esa persona como la fuente del contagio porque dio negativo en las pruebas. También había un componente político en las declaraciones de Conte, líder de un gobierno nacional dirigido por el Movimiento 5 Estrellas en coalición con el Partido Democrático, mientras que Lombardía está dirigida por la conservadora Liga, que ahora es la principal fuerza de oposición en el parlamento italiano.