El descubrimiento, que ha causado gran revuelo en Baitoa y esta ciudad, se produjo luego que el zacateca desenterrara el cuerpo por órdenes de supuestos propietarios de la tumba, de quienes no se informó sus identidades, para enterrar a otro difunto, ya que este campo santo no tiene espacio para más fallecidos.
La señora Dalia Natalia Valerio, quien falleciera a los 87 años de edad a causa de serios quebrantos de salud, fue sepultada en septiembre del año 1999, pero cadáver mantiene intacto parte de la piel, el pelo y las cejas, así como la vestimenta con la cual la sepultaron.
"Ellos no pensaron en el dolor de nosotros antes de sacar a mi madre de su bóveda", dijo María Guadalupe Valerio, una de las hijas de la muerta. "Somos siete hermanos, vamos a realizar una junta entre nosotros para determinar la acción legal que tomaremos", agregó Valerio.Fuente: Diariolibre.com