Una sentencia a pena máxima fue dictada a petición del Ministerio Público en contra de un hombre que fue hallado culpable de haberle quitado la vida a otro en la comunidad de Barrio Lindo, el 9 de septiembre de 2014.
El Tribunal Colegiado de San Pedro de Macorís condenó a 30 años de prisión a Anerfi Senfre Peostn luego que lo declarara culpable de haberle provocado la muerte con un arma blanca a Roberto Eusebio García (Eduardito).
El imputado hirió a Eusebio García, quien era esposo de su expareja, al presentarse en la casa de éstos armado con un cuchillo. La víctima recibió varias heridas en diferentes partes del torax.
La Procuraduría Fiscal de San Pedro de Macorís, que encabeza Pedro Nuñez Jiménez, estuvo representada por la procuradora fiscal Carmen Mohamed, quien demostró que en este caso fueron violados los artículos 295, 296, 297 y 304 del Código Penal Dominicano y los artículos 50 y 56 de la Ley 36 sobre Comercio, Porte y Tenencia de Armas.
5 años por robo y droga
El Ministerio Público, representado por la fiscal Carmen Mohamed, también logró que fueran condenados a cinco años de prisión dos hombres que fueron hallados culpables de incurrir en hechos separados en delitos de robo y de violación a la Ley 50-88 sobre Drogas y Sustancias Controladas.
Las condenas fueron dictadas por el Tribunal Colegiado de San Pedro de Macorís en contra de los imputados Esteban Medina Álvarez y César Elías Acta Jalles, quienes fueron acusados de los delitos de robo y tráfico de drogas, respectivamente.
El expediente instrumentado en contra de Medina Álvarez establece que en fecha 20 de junio del 2013 éste penetró a la residencia de Ángel Vásquez y le sustrajo varios artículos del hogar, los cuales posteriormente fueron recuperados por las autoridades.
En tanto que César Elías Acta Jalles, quien fue arrestado el 1 de octubre del pasado año, durante un operativo en la calle Principal del sector Las Flores, fue hallado culpable de traficar con 29 porciones de cocaína, con un peso total de 15.92 gramos.
Medina Álvarez y Acta Jalles fueron enviados a cumplir sus respectivas condenas al Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro Macorís. El tribunal los declaró culpables de haber violado varios artículos del Código Penal Dominicano y la referida Ley de Drogas.