Ha comenzado 2020. Y como todo año que se puede dividir por 4, se trata de un año bisiesto, es decir, tiene 366 días en lugar de 365. ¿Pero, es esto que acabo de decir verdad? Pues en realidad no, pues a pesar de lo que muchos puedan pensar existen años que son múltiplos de 4 –se pueden dividir por 4–, pero no son bisiestos. ¿Qué?... He vivido engañado toda mi vida.
Para explicar este chocante fenómeno debemos definir lo que es
un año o año trópico. El año trópico se define como el tiempo que tarda la Tierra en dar un giro completo –de 360º– en torno al Sol. Así, un año trópico dura aproximadamente 365.2421891… días.
El hecho de que un giro completo de la Tierra alrededor del Sol no coincida con un número natural de días es lo que hace necesario introducir cada cierto tiempo un día más al año para corregir el desfase producido.
Los romanos habían estimado como 365.25 días la duración del año trópico, un valor muy similar al calculado actualmente. Por lo tanto, el calendario Juliano –implantado en todo el imperio romano en el año 46 a.C.– determinaba que los años debían tener 365 días y que cada 4 años había que añadir un día extra, para corregir el defecto de ese 0.25 extra.
Sin embargo, si bien la estimación del año trópico de los romanos era muy buena, producía un desfase de unos once minutos al año. Debido a este desfase hubo que reformar el calendario Juliano y así fue como en 1582 nació el calendario Gregoriano que es el que usamos actualmente.
La primera medida que se adoptó fue drástica. Para corregir el error que se había ido acumulando todos esos años había que adelantar el calendario 10 días. Por lo tanto, el día siguiente al 4 de octubre de 1582 fue el 15 de octubre de 1582.
La segunda medida iba destinada a que este desfase no se volviera a producir y para ello había que reducir el número de años bisiestos. Por ello actualmente se consideran bisiestos todos los años que son divisibles por 4 salvo aquellos que, a su vez, son divisibles por 100 es decir que terminan en 00. Pero, un momento…, el año 2000 fue bisiesto. Pues sí, porque en el calendario Gregoriano se añadió una condición más y es que los años que acaban en 00 no son bisiestos salvo aquellos que se puedan dividir entre 400 que sí lo son. Por todo esto los años 1700, 1800 y 1900 si bien se pueden dividir entre 4, no fueron bisiestos, mientras que el año 2000 si lo fue, ya que se puede dividir por 400.
Con la reforma del calendario Gregoriano la duración del año medio es de 365.2425 días, lo cual se acerca mucho más al valor real (365.2421891… días) que el valor medio del calendario Juliano que era de 365.25 días.
Dicho todo esto, sí que existen años divisibles por 4 pero no bisiestos. El próximo será el 2100. Fuente: Abc.es